Nombro
a los asesinos, a los que hay que maldecir y de quienes hay que huir. Se venden
a sí mismos, están sedientos de sangre, matan a inocentes por dinero y no les
importa lo más mínimo ni su vida ni su salvación. Al igual que el diablo, se
transfiguran en ángeles de luz, imitando los gestos, los vestidos, el lenguaje,
las costumbres y los comportamientos de distintas gentes de diferentes
regiones. De ese modo, disfrazados como lobos con piel de cordero, sufren la
muerte tan pronto como son descubiertos. Dado que no los he visto, y que sé de
ellos por su fama y por escritos verdaderos, no puedo revelar más ni ofrecer
información más detallada. No puedo indicar cómo reconocerlos por sus
costumbres o por otros signos, ya que son desconocidos para mi tanto como para
otros. Tampoco puedo mostrar cómo detenerlos por su nombre ya que su profesión
es tan execrable y todos abominan tanto de ella que ocultan sus propios nombres
en la medida de lo posible. Así pues, sólo sé de un remedio para asegurar la
protección del rey: que nadie sea admitido a su servicio, sin importar lo
insignificante o breve que éste sea, salvo aquellos cuyo país de procedencia,
linaje, condición y persona resulten completa y claramente conocidos.[1]
BROCARDUS, Directorium ad passagium faciendum
Los crímenes por causas
ideológicas, políticas o religiosas han evolucionado considerablemente desde la
aparición de los primeros asesinos
descritos por Brocardus. El radicalismo ideológico o religioso y el terrorismo son
fenómenos internacionales hoy día, pero al mismo tiempo lo que conocemos sobre
ellos es más cercano y fiable que los supuestos y habladurías que llegaban a los
oídos de este autor como única precaución hacia ellos. Los servicios de
inteligencia internacionales juegan un papel muy importante, no sólo en el
conocimiento de las causas de estas diferentes operaciones violentas, sino en
la detección en estos grupos atendiendo a la progresión de su radicalismo y sus
vías de reclutamiento, factores importantísimos para su neutralización como prevención
para la ciudadanía.
En los últimos años, Europa
se ha visto inmersa en una amenaza constante a la seguridad de sus países
democráticos en manos de terroristas en un ámbito nacional e internacional que
han atentado en diferentes zonas y con diferentes pretextos. Estas amenazas provienen
de una variedad heterogénea de ideologías de base, desde la extrema derecha o
izquierda a mediados del siglo XX hasta
los nacionalistas más radicales, pero todas ellas, a través de sus acciones
violentas, buscaban un objetivo común, un cambio en la sociedad occidental bajo
la ideología más radical. Pese a todo, quizá la amenaza más clara en estos
últimos diez años haya sido la perpetrada por el terrorismo yihadista en
diferentes países de la comunidad occidental.
No cabe duda de que este terrorismo se está
convirtiéndo en una de las máximas preocupaciones de la sociedad en el ámbito
mundial. Sin embargo, para mucho, a pesar de la gran cantidad de información
que cada día inunda la prensa y los medios de comunicación de todo este tipo,
este fenómeno sigue siendo un gran desconocido. Constantemente vemos imágenes
de acciones terroristas o conocemos actos que han llevado a cabo grupos
terroristas. En algunos casos, en países más próximos a nosotros; en otros, en
países más lejanos, pero no por ello son menos impactantes. Sea como sea, por
lo general, desconocemos los porqués y la historia de este terrorismo, así como
el origen de esas organizaciones terroristas y los motivos que las han
coincidido hasta aquí.
Es a través del conocimiento que estaremos mejor
preparados para enfrentarnos a este tipo de terrorismo.
David Garriga Guitart
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